Hola babies, mi nombre es Ximena tengo 22 años vivo en la ciudad de Puebla y comencé a ser sugar baby en el año 2016 después de escuchar diferentes chistes e historias en torno al término “sugar daddy” la curiosidad me llevó a hacer una búsqueda en internet y descubrí que era una forma de relacionarse bastante tentadora (hombres ricos con chicas jóvenes y atractivas en una relación que prometía que ambas partes saldrían ganando).
Definitivamente era algo que tenía que probar, no tarde mucho en crear un perfil en un sitio web dedicada a esto y una vez que mi perfil fue aprobado fue cuestión de 2 o 3 días para que ya tuviera varios mensajes de hombres que estaban interesados en ser mi “sugar daddy” no voy a negar que a aunque la idea era algo que me gustaba también era algo que me daba un poco de miedo, ya sabes siempre existe alguna posibilidad de que sea una estafa.
Mientras hablaba con los daddies y tratábamos de llegar a un acuerdo, me di cuenta que lo mejor que podría hacer sería exponer lo que estaba buscando si, pero no precipitarme a aceptar un acuerdo sin conocer a la persona cara a cara, ya sabes nunca es igual platicar con una persona detrás de una pantalla y la química entre ambos para mí era algo importante, no solo quería el dinero y los regalos que mi sugar daddy pudiera ofrecerme, también quería pasar ratos a lado de una persona que me resultara agradable.
Hubo un hombre llamado julio que paso todos mis filtros jajaja si creo que poner filtros siempre es importante, los míos realmente no eran nada del otro mundo solo trataba de que el perfil luciera lo mas real posible, que tuviera por lo menos 1 fotografía mostrando su cara y que hubiéramos tenido una buena conversación y Julio cumplía con todo, el era un hombre de 42 años.
Muy divertido y respetuoso al platicar conmigo y lucía bastante guapo, casi me costaba creer que él estuviera ahí ya que en ese momento yo aún seguía pensando que los sugar daddies todos eran señores viejos o poco agraciados pero con una gran cuenta bancaria.
Julio me ofreció tomar un café o salir a comer alguna tarde para descubrir si podíamos llegar a un acuerdo, él me dijo que no radica en la ciudad de puebla que lo hacía en la ciudad de México pero que iría allá para conocernos (son 2 horas de distancia entre estas dos ciudades aproximadamente) acordamos esto un miércoles y nuestra cita sería el viernes por la tarde.
Hasta este punto yo no le había contado a nadie sobre esto, pero ya que tendría mi primera cita con alguien decidí contárselo a una amiga de la universidad, hice esto realmente a modo un poco de protección para que alguien supiera mi ubicación en caso de que algo malo sucediera, yo realmente estaba segura de que quería hacer esto, pero suelo ser bastante precavida.
El día esperado llegó y yo hecha un manojo de nervios estaba preparándome, utilicé un vestido negro muy lindo, tacones rojos y maquillaje discreto quería verme muy atractiva pero cuidando no parecer una prostituta y a un que sé que para muchas personas el término “sugar baby” es la forma linda de llamar a estas para mí y desde mi punto de vista son cosas diferentes (al menos yo y las chicas que conozco y lo practican nunca nos hemos sentido prostitutas).
Me mantuve en comunicación tanto con Julio como con lucía mi amiga, aunque esta parecía estar más asustada que yo y eso me ponía mas nerviosa a un, me tranquilizaba pensar que estábamos en mi cuidad la cual conozco bastante bien y que era yo quien había elegido el lugar de nuestro encuentro.
La cita era en un restaurante italiano ubicado en el zócalo de la ciudad, cuando yo llegué a este Julio ya estaba ahí, al verlo me di cuenta de que sus fotos no mentían para nada y que realmente era un hombre bastante guapo y al que se le notaba la clase ¡estaba encantada de estar ahí! gracias a dios a él también le parecí bastante linda ya que no paraba de decir lo bien que lucía.
La química que teníamos por chat era la misma que ahora teníamos al estar frente a frente, platicamos de todo, de su vida de la mía, de cómo era que cada quien había llegado hasta el sitio web y también preguntamos si ya habíamos tenido alguna experiencia en este antes a lo cual yo le respondí que recién había descubierto el sitio y que el era mi primera cita, el ya tenia algunas experiencias en este y claro era de esperarse.
El me dijo que era soltero, era ingeniero y tenía varios negocios los cuales consumían la mayor cantidad de su tiempo, que había llegado a la página por recomendación de un amigo y que le resultaba bastante útil ya que le permitía conocer chicas lindas con las que disfrutaba pasar momentos agradables pero sin que esto interviniera en el tiempo que el dedicaría a su trabajo, le gustaban las chicas muy jóvenes pero que tuvieran metas en la vida.
No alguien que no hiciera nada durante el día sin vida propia y que estuviera tras el demasiado, también hizo énfasis en que necesitaba una chica que comprendiera que se verían poco pero que compensaría muy bien sus ausencias, después de decir esto me pidió que le explicara qué era lo que yo estaba buscando y wow al principio no fue fácil tengo que reconocer digo se me hacía un poco difícil expresar mis deseos así de una manera tan cruda.
Julio lo noto y me dijo que me daría un consejo, que lo mejor que podía hacer era perder la pena y que expresara lo más claro posible lo que quería recibir ya que de no ser así lo mas probable seria que me sintiera un poco utilizada ya que nunca recibiría lo que yo esperaba.
Mi forma de pensar siempre a sido muy abierta y la pena la deje en el momento en que me di cuenta que no me servía para nada más que para privarme de pasar experiencias increíbles, yo con el me sentía muy cómoda así que siguiendo su consejo deje la pena a un lado y comencé a expresar lo que necesitaba, esto básicamente era poder acceder a un estilo de vida que obvio en ese momento no podía pagarme, quería ir de compras, conocer nuevos lugares y poder gastar mi dinero sin tener que dar explicaciones a nadie ¡sí!
Eso era lo que quiera en el 2016 y lo obtuve Julio y yo tuvimos un acuerdo que cumplía con las peticiones de ambos, un acuerdo que me permitió salir de mi ciudad y conocer lugares increíbles, salir de compras sin preocuparme mucho por el precio de las cosas que quería y el obtuvo una “novia” que esperaba paciente por su llegada, una que no se molestaba por qué no contestara rápido los mensajes o por qué no se vieran mucho y que al verlo no hacía otra cosa mas que disfrutar de su compañía.
Ambos obtuvimos lo que buscábamos, durante casi 2 años mantuvimos este acuerdo hasta que la llama de la pasión se nos apago y decidimos dejarlo ahí así sin dramas y sin rencores, hoy en día nos saludamos o platicamos de vez en cuando más allá de sugar daddy – sugar baby nosotros nos volvimos amigos.
Durante el tiempo que estuve con él no salí con nadie más ya que eso también era parte del trato, pero una vez terminado todo sabía que no quería una relación común yo quería encontrar un nuevo sugar daddy, activé mi cuenta que había dado de baja pero no había eliminado por completo ¡estaban felices de que estuviera de vuelta!
En esta ocasión ya no solo buscaba alguien que patrocinara mis viajes o mis días de shopping, esta vez quería algo que tuviera más trascendencia en mi vida, esta vez buscaba alguien que me ayudara a conseguir mi independencia económica, alguien que quisiera invertir en un negocio para mi y ahora la pregunta del millón ¿lo conseguí? ¡por supuesto!
Y lo hice por que no me quede con los hombres a los que se los plantee y se negaron seguí buscando hasta encontrar a alguien que disfrutara ayudando a su baby a cumplir sus metas, actualmente tengo un negocio en el que elaboramos productos de viaje personalizados y con este no solo me veo beneficiado ya si no también los artesanos mexicanos que laboran conmigo.
Yo soy una prueba que este estilo de relaciones FUNCIONA y funciona para lo que tú quieras, dependerá de cada sugar baby que tanto provecho le sacas a esto.